Estimulando y jugando con mi bebé
A decir verdad los primeros 3 meses de vida no se caracterizaron por tener mucha interacción a nivel de juego con mi bebé; la mayor parte del tiempo implicaba atender sus necesidades básicas: comer, cambiar el pañal y hacer dormir. Por lo tanto, aún sin ningún tipo de tonicidad muscular, a decir verdad, fue difícil implementar algún tipo de juego como tal.
Sin embargo, siendo mamá y psicóloga debo decir que en el primer trimestre no dejé de estimular, primero cargaba todo el día al bebé a upa, lo mecía, lo acunaba para que se sintiera seguro y dejara de llorar un rato. También cada vez que le daba el pecho lo acariciaba, lo miraba, le hablaba de a ratos para que supiera que estaba ahí, le explicaba que estaba pasando, le decía lo que sentía por él, etc.. Alguna que otra vez lo dejaba en el gimnasio y le mostraba los objetos brillantes que tenía encima y se los nombraba. Se quedaba solo un ratito hasta que volvía a llorar.
Otra de las cosas que hacía era, mientras lo cargaba, cambiarlo de posición hacia arriba y hacia abajo, ponerlo sobre mi hombro, etc. e ir contándoselo mientras lo hacía. La verdad que se complicaba bastante porque por ese entonces al no sostener aún la cabecita era todo más difícil. En esta estrategia de estimulación además fue imprescindible mi sobrina (su primera niñera), quien luego de instruirse al respecto en internet, con tutoriales, videos de You Tube, Tik Tok, etc. le armaba diariamente una rutina como si fuera de comedia musical con baile y canto incluido.
Recuerdo escenas de ver por ejemplo al bebé acostado boca arriba en mi cama y ella cantarle a 40 cm de la cara, mirándolo directamente a los ojos, mientras le movía los brazos y piernas hacia adelante y hacia atrás o hacia arriba y abajo, porque eso, según me explicó, le permitiría ganar más tonicidad corporal. Ese tipo de actividades me alegraban los días, dado que como yo no estaba en condiciones mentales (por falta de sueño) de que se me ocurriera siquiera instruirme al respecto, el que mi sobrina lo estimulara también de esa manera, me dejaba super tranquila. Me encantaba el hecho de pensar que no me las sabía todas y que mi sobrina sumaba mucho a la causa.
En resumen los primeros tres meses en cuanto a juego y estimulación fueron como invertir en un plazo fijo, al principio aposté a algo sin ver resultados, pero cuando pasado un tiempo vi los mismo, entendí que todo vale el esfuerzo y no pude dejar de sentirte feliz 😉 .
¿Y vos cómo estimulaste a tu bebé en los primeros tiempos?